Con el comienzo del invierno y la asistencia de los mas pequeños al colegio, el aumento de virus y patógenos en el ambiente provoca en nuestros pequeños un aumento de mucosidad en las vías respiratorias.Por ello queremos hablarte de la limpieza de mocos en nuestros niños.
El aparato respiratorio se divide en VÍAS ALTAS (nariz, boca, laringe) y VÍAS BAJAS (tráquea, bronquios, pulmones). Es habitual la secreción de mocos en las vías altas, pero es importante que dichas secreciones no bajen a los pulmones para evitar infecciones o complicaciones.
Los adultos sabemos, en principio, sacar esas secreciones, pero los bebés y niños pequeños NO. Desde aquí queremos hablaros sobre los diferentes elementos que podemos utilizar para realizar los lavados nasales, que es una de las mejores recomendaciones para ayudar a que la zona buconasal se mantenga limpia y así evitemos complicaciones mayores.
Los LAVADOS NASALES nos permiten limpiar a través del suero los mocos de la zona más alta del tracto respiratorio. Para realizarlos, nos podemos ayudar de JERINGUILLAS, MONODOSIS O SPRAY NASALES. Todos ellos son aptos, pero presentan algunas diferencias:
En cuanto a los tipos de suero, normal, hipertónico o agua de mar, los dos últimos se suelen recomendar si hay exceso de cantidad de moco o inflamación de la vía ya que hidratan algo más que el normal, aunque siempre es mejor que consultes a un/a pediatra o fisioterapeuta especializado en respiratorio sobre su uso.
Cuando vayamos a realizar el lavado nasal, y siempre que los peques se mantengan sentados es preferible que se hagan así, con una leve inclinación de cabeza dejando el agujero nasal a limpiar hacia arriba.