PILATES SUELO O PILATES MÁQUINAS, ¿QUÉ ES MEJOR?

PILATES SUELO:

Suele realizarse con una colchoneta, y se incorporan accesorios como la pelota grande (fitball), pelotas pequeñas, mancuernas, aro de pilates, gomas, rulo de foam (foam roll), etc. 

El ejercicio se basa en el trabajo del cuerpo con su propio peso. Controlar el movimiento desde la zona abdominal o core, realizando ejercicios de equilibrio, flexibilidad y fuerza. Disociar movimientos, es decir, a la vez que sujetamos la zona abdominal-lumbar, realizamos ejercicios más o menos exigentes con brazos, piernas y tronco. 

Podemos adaptar el ejercicio a diferentes patologías o diferentes grados de intensidad. 

No estaría indicado el pilates suelo para personas con:

– Patología grave cervical, pues muchos ejercicios se realizan tumbados boca arriba, con la cabeza en flexión, y puede sobrecargar la musculatura cervial. Bien es cierto, que con un buen control abdominal, o adaptando el ejercicio para tener la cabeza elevada pero apoyada en un cojín, podría realizarse sin problemas.

– Patología grave lumbar, sobre todo pacientes con mucho dolor, o pacientes operados con fijaciones a nivel lumbar. De nuevo, con mucho control y adaptando los ejercicios, podría realizarse este tipo de pilates, pero implica cierto grado de exposición al dolor. 

– Mucha inestabilidad y poco control de su cuerpo. 

– Mucha dificultad para tumbarse en el suelo, o ponerse de rodillas. 

Sí estaría indicado:

– Como complemento/refuerzo de otras disciplinas, tanto para personas sanas-deportistas como para personas sedentarias con patología leve. Hacer zumba y pilates. Nadar y pilates. Correr y pilates. Etc. La mejora del control, el equilibrio y la flexibilidad ayuda a sentar una buena base para cualquier tipo de deporte, o incluso para realizar actividades de la vida diaria. 

– Para pacientes habituales de fisioterapia, que refieren problemas de sobrecarga de la musculatura del cuello o la espalda. Hacer pilates habitualmente reduce la necesidad de acudir al fisio (aunque sea tirar piedras contra nuestro propio tejado, nos gusta mucho que no nos necesites).

PILATES MÁQUINAS:

Las máquinas de pilates están diseñadas para trabajar tumbado en una camilla o sentado en una silla, con la resistencia o asistencia de muelles, cuerdas y poleas. 

Existen diferentes modelos de máquina, pero la diferencia principal con el pilates suelo es que la posición del cuerpo en la máquina ayuda a tener un mejor control de la zona lumbar. Es más estable. Los ejercicios que se realizan están encaminados a fortalecer el punto de apoyo abdominal, desde donde se origina la fuerza para hacer el movimiento de brazos, piernas o tronco. 

Los muelles y resistencias pueden utilizarse en ambos sentidos:

– Para facilitar el ejercicio, donde el muelle ayudaría al paciente a realizar el movimiento.

– Para aumentar la dificultad del ejercicio. En este caso, las resistencias se colocarían en contra de la fuerza, para trabajar con el peso corporal más la resistencia de la máquina. 

El pilates máquinas, por tanto, estaría indicado tanto para los pacientes que necesitan más ayuda, como para los buscan un ejercicio intenso que les suponga un reto. 

Es decir, aumenta las posibilidades del pilates suelo, tanto en pacientes con mucha patología, como en personas sanas y deportistas que quieren mejorar su condición física. 

Con los primeros, trabajaríamos en posiciones tumbados boca arriba, moviendo el carro del reformer con las piernas, o tirando de los muelles con los brazos, mientras trabajan el control y la respiración abdominal. 

Con los segundos, trabajaríamos en posiciones de desequilibrio, donde para poder mover el muelle o la máquina, tengan que controlar bien su core, con palancas largas, resistencias altas, y movimientos complejos. 

Entonces… ¿cuál es mejor?

Si tienes mucha patología, recomendamos el pialtes máquinas. 

Si tienes una buena condición física, y quieres mejorarla, recomendamos una combinación de ambas, pues las dos disciplinas pueden aportar muchos beneficios a tu fuerza, flexibilidad y control motor. 

Eso si, es interesante que las clases sean reducidas, y que el monitor tenga una buena formación y conozca tu historial clínico. 

ESPERAMOS QUE ESTOS CONSEJOS OS HAYAN SERVIDO DE AYUDA, SI NO SIEMPRE
PODÉIS CONSULTAR A NUESTROS FISIOTERAPEUTAS ESPECIALIZADOS. ¡ESTARÁN ENCANTADOS DE AYUDAROS!