Las cesáreas y el parto por episiotomía, son dos intervenciones obstétricas que pueden producirse durante el parto.
Ambos procedimientos son frecuentes y la mujer debe saber las consecuencias que traen consigo. La mayoría de las repercusiones son a nivel del abdomen y del suelo pélvico, dando lugar a una disminución de la calidad de vida de ellas.
Las cicatrices son respuesta fisiológicas tras una alteración de la estructura y de las funciones del tejido. Para repararlo el organismo crea un tejido fibroso y con poca elasticidad, pudiendo aparecer consecuencias de tipo mecánicas: dolor, inflamación, picor, déficit de movimiento de órganos, articulaciones tendones o fascias.
Con respecto a las cesáreas, se consideran intervención quirúrgica mayor, cuyo objetivo es extraer al bebe a través de una incisión en la pared abdominal y otra en la pared uterina de la madre.
En la actualidad ha incrementado el número de mujeres al que se le realiza un parto vía cesárea debido al miedo de sufrir desgarros, tener partos dolorosos y largos o tener lesiones del suelo pélvico tales como incontinencia urinaria. Pero nosotros como profesionales sanitarios, debemos de cambiar esta percepción porque como hemos indicado anteriormente, es una cirugía mayor y conlleva diferentes repercusiones entre las que destacan:
En cuanto a los tipos de suero, normal, hipertónico o agua de mar, los dos últimos se suelen recomendar si hay exceso de cantidad de moco o inflamación de la vía ya que hidratan algo más que el normal, aunque siempre es mejor que consultes a un/a pediatra o fisioterapeuta especializado en respiratorio sobre su uso.
Las más inmediatas (dentro de las primeras 24 horas):
A la semana:
A largo plazo:
La episiotomía es la incisión quirúrgica en el periné para aumentar la apertura vaginal durante el parto. Dado que la realización de dicha incisión da lugar a una serie de repercusiones órganos ésta no debe realizarse de manera rutinaria sino cuando sea estrictamente necesario:
– Distocia de hombros
– Parto instrumental
– riesgo del bienestar fetal
– Riesgo de desgarro bulbo vagino perineal inminente
Si no se dan dichos factores, el parto debería dejar que avanzara de manera natural, puesto que se ha realizado estudios que afirman que la herida resultante de la episiotomía tarda más tiempo en cicatrizar que la de un desgarro.
Además tras una episiotomía puede producirse:
– Hematomas
– Dolor en zona perineal
– Disfunciones de suelo pélvico tales como incontinencia urinaria, fecal y de
gases , prolapsos de los órganos pélvicos (descenso de órganos hacia l vulva)
– Lesiones del nervio pudendo
– Disfunción y alteración de la práctica sexual.
Ambas cicatrices deben ser valoradas y tratadas para reducir todas estas sintomatologías A partir de un examen físico de manera visual, manual y ecográfica conseguimos instaurar un plan de tratamiento adecuado, que engloba los objetivos principales de nuestra paciente hacia su abdomen y su suelo pélvico.
De entre nuestros tratamientos destaca la prevención de lesiones obstétricas, muy indicado para las episiotomías, como es el masaje perianal, una técnica fisioterapéutica que evita desgarros y todas sus consecuencias, laxitud del suelo pélvico así como disfunciones del mismo.
Cuando nuestros pacientes vienen con una cicatriz algunos de nuestros tratamientos son: