Hoy hablaremos sobre el Dolor referido visceral. Comúnmente, asociamos el dolor físico a un origen musculo-esquelético o neuropático, ya sea por un síndrome miofascial, hernia discal, tendinopatías etc. lo que vemos mayormente en consulta, pero no siempre es así, y éste es el motivo de la publicación, el intentar explicaros el dolor de origen visceral.
Para contextualizar y poner un ejemplo concreto, podemos asociar un dolor lumbar con el periodo menstrual de la mujer, y dicho dolor proviene del útero, éste supuesto puede ocurrir con las diferentes vísceras que tenemos.
El correcto funcionamiento de una víscera depende de 3 factores principales:
A través de la osteopatía visceral podemos influir sobre estos puntos, para tratar el dolor visceral.
Antes de profundizar en por qué una víscera puede dar dolor en lugares musculo esqueléticos, recalcar que, es fundamental un correcto diagnóstico médico para descartar problemas mayores.
Obviamente si un paciente tiene un dolor causado por una apendicitis o un cólico nefrítico, el tratamiento que hay que realizar es médico, posteriormente, y con autorización médica, se procederá al tratamiento osteopático de las secuelas derivadas de dichas patologías, en este caso tendremos un papel secundario, el objetivo será la normalización visceral.
Donde tendremos un papel principal será en la patología funcional visceral, cuando no exista ningún problema médico, pero aun así, haya disfunciones viscero-somáticas o somático-viscerales (2), una escoliosis que provoca una alteración de presiones intraabdominales o hipomovilidad visceral (3).
Contextualizado ya el papel de la osteopatía visceral, vamos ahora a entender el por qué puedo tener dolor lumbar cuando tengo la regla, o me duele el hombro derecho, en la ecografía el manguito rotador está bien, pero los valores de mi analítica están alterados.
Para que nuestro cerebro procese el dolor, la información conducida por las neuronas va desde un área concreta, en este caso víscera o ligamento que sostiene la víscera, pasa a un segmento de nuestra médula espinal, y ésta la conduce ya al cerebro.
Es justo en el segmento espinal donde está la clave de nuestro artículo.
Éste segmento se denomina metámera, es el área concreta de la médula espinal que recoge la información de un nervio y envía la respuesta correspondiente. Lo que sucede es que dicho nervio recoge y da la información a la piel, los músculos, los huesos, los vasos y las vísceras, por lo que, ahí tenemos la comunicación entre el viscerotoma, dermatoma o miotoma.
Cuando dicha información es dolor, si ese dolor proviene del útero, será recogida por segmentos lumbares y alguno torácico, dicho dolor provocará un proceso de sensibilización (3), posteriormente el cerebro procesará el dolor proveniente del útero, interpretará que también hay dolor en las lumbares y zona anterior del abdomen, enviando una respuesta a los vasos y músculos correspondientes de la metámera, generando contracturas e inflamación.
Dicho ejemplo vale para cualquier víscera, pulmones, hígado, estómago, etc…
El objetivo de éste post es mostraros que no todo el dolor que sentimos es por culpa de una contractura o la tan mencionada frase “siempre convivo con dolor en …”, el dolor es la consecuencia de la mala interrelación de todos los sistemas en conjunto, por ello es imprescindible un correcto razonamiento para abordar el problema en su conjunto.
Si os interesa que expliquemos alguna víscera en concreto, hacérnoslo saber para profundizar en el tema, esperamos que hayáis aprendido un poco más sobre nuestro cuerpo!